Martes, a empezar la dieta, ¿Cuál?
MÉTODOS INFALIBLES
Bien, hoy es martes y como la báscula me sigue gritando “Te estás poniendo como una foca”, estoy revisando los métodos “Infalibles” para adelgazar. Me han pasado un artículo buenísimo sobre los premios “Antinobel” los “Innobles”, y la verdad es que no sé por qué la gente se troncha de risa con ellos cuando aquí ya lideramos con un montón de tonterías que la gente adopta sin pensárselo dos veces.
A ver, para adelgazar, por ejemplo, ha estado en vigor durante casi dos décadas (ya lo conocía yo desde que comencé la Universidad) y ya estoy muy “talludita”, un pack de complementos energéticos cuyo nombre no voy a dar pero que todos bien sabréis, que prometían dejarnos como sílfides a base de compuestos de nombres impronunciables, aunque lo más seguro es que fuera el bolsillo lo único que adelgazara… Y si no, algunos de los nombres tenían los compuestos de marras:
Glucomanano, mejor llamarlo Esponja, ya que según parece al contacto con el agua se hincha hasta 100 veces su tamaño, horror, no equivocarse o se produce un estallido de tripas ¡!! Así cómo no va a resultar saciante ¡!! Pero lo peor es cómo horas después (o días después) el colon lucha denodadamente por deshacerse de tan inicuo compuesto, que se puede tirar uno la tarde entera de conversación con Mr. Roca (o Jacques Delafont si tienes un inodoro pijísimo como el mío), y no saber si tirar de la cadena o bautizar al producto depositado…. (El chiste no es mío, que conste).
Ashwaganda, mejor llamarlo “Baile de Sambito”, porque al parecer te produce el mismo efecto que un chute de coca (y no precisamente de cola) , claro que esta te la puedes pasar por la aduana sin que te pongan los grilletes …
Pero ahora todavía es peor, porque nos venden “La dieta de la Alcachofa” que de verdad yo no me creo que alguna famosa que antes exhibía buenas lorzas vaya a adelgazar comiendo esta verdura insulsa … Ya sabemos que la verdadera razón de su aspecto son los miles de euros que se gastan en las liposucciones y lipoesculuras…
Y aún hay más: Hay un método tortuoso de puntos de nombre “yankee” como el primero de los que he relatado, en el que además, antes de pegarle un bocado a nada hay que sacar una hoja Excel y ponerse a hacer un balance contable de puntos en haber, en debe, consumidos, en arriendo para el fin de semana, en plusvalía y además, el saldo inicial de puntos tiene un cálculo que si lo tuvieran que poner en la Nasa para enviar los transbordadores, creo que mejor los enviaban en el Metro a los astronautas… Para aderezar la parafernalia, se convocan reuniones tipo “Te queremos Susan”, ya sabéis a lo que me refiero en las que se dan caramelitos (sin azúcar) a las buenas chicas y se arenga a las malas para que hagan bien los deberes (evitar las tentaciones glotonas y llevar el cuadernito en orden, sin hacer doble contabilidad para la “auditora”).
En fin, que creo que mejor me voy comprando una talla más grande de pantalón o le pido a la Bridget la famosa “braga-faja”.
Bien, hoy es martes y como la báscula me sigue gritando “Te estás poniendo como una foca”, estoy revisando los métodos “Infalibles” para adelgazar. Me han pasado un artículo buenísimo sobre los premios “Antinobel” los “Innobles”, y la verdad es que no sé por qué la gente se troncha de risa con ellos cuando aquí ya lideramos con un montón de tonterías que la gente adopta sin pensárselo dos veces.
A ver, para adelgazar, por ejemplo, ha estado en vigor durante casi dos décadas (ya lo conocía yo desde que comencé la Universidad) y ya estoy muy “talludita”, un pack de complementos energéticos cuyo nombre no voy a dar pero que todos bien sabréis, que prometían dejarnos como sílfides a base de compuestos de nombres impronunciables, aunque lo más seguro es que fuera el bolsillo lo único que adelgazara… Y si no, algunos de los nombres tenían los compuestos de marras:
Glucomanano, mejor llamarlo Esponja, ya que según parece al contacto con el agua se hincha hasta 100 veces su tamaño, horror, no equivocarse o se produce un estallido de tripas ¡!! Así cómo no va a resultar saciante ¡!! Pero lo peor es cómo horas después (o días después) el colon lucha denodadamente por deshacerse de tan inicuo compuesto, que se puede tirar uno la tarde entera de conversación con Mr. Roca (o Jacques Delafont si tienes un inodoro pijísimo como el mío), y no saber si tirar de la cadena o bautizar al producto depositado…. (El chiste no es mío, que conste).
Ashwaganda, mejor llamarlo “Baile de Sambito”, porque al parecer te produce el mismo efecto que un chute de coca (y no precisamente de cola) , claro que esta te la puedes pasar por la aduana sin que te pongan los grilletes …
Pero ahora todavía es peor, porque nos venden “La dieta de la Alcachofa” que de verdad yo no me creo que alguna famosa que antes exhibía buenas lorzas vaya a adelgazar comiendo esta verdura insulsa … Ya sabemos que la verdadera razón de su aspecto son los miles de euros que se gastan en las liposucciones y lipoesculuras…
Y aún hay más: Hay un método tortuoso de puntos de nombre “yankee” como el primero de los que he relatado, en el que además, antes de pegarle un bocado a nada hay que sacar una hoja Excel y ponerse a hacer un balance contable de puntos en haber, en debe, consumidos, en arriendo para el fin de semana, en plusvalía y además, el saldo inicial de puntos tiene un cálculo que si lo tuvieran que poner en la Nasa para enviar los transbordadores, creo que mejor los enviaban en el Metro a los astronautas… Para aderezar la parafernalia, se convocan reuniones tipo “Te queremos Susan”, ya sabéis a lo que me refiero en las que se dan caramelitos (sin azúcar) a las buenas chicas y se arenga a las malas para que hagan bien los deberes (evitar las tentaciones glotonas y llevar el cuadernito en orden, sin hacer doble contabilidad para la “auditora”).
En fin, que creo que mejor me voy comprando una talla más grande de pantalón o le pido a la Bridget la famosa “braga-faja”.
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